En medio de la peor crisis económica que ha enfrentado Cuba desde la implosión del bloque soviético en 1991, las relaciones Cuba-Rusia ha comenzado a estrechar lazos con la isla caribeña.
Urgida de nuevos socios comerciales y aliados políticos tras su invasión de Ucrania en 2022, Rusia ve en Cuba una oportunidad para expandir su influencia en América Latina y encontrar nuevos mercados para sus productos y servicios.
En este artículo, exploraremos los recientes acercamientos entre Rusia y Cuba, así como el impacto que esta alianza podría tener en la economía cubana.
Visitas de alto nivel y acuerdos comerciales
Durante el año 2023, hemos presenciado un incremento significativo en las visitas de altos funcionarios rusos a Cuba. Todo comenzó en marzo, con los viajes del secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolai Patrushev, y el director ejecutivo de la petrolera Rosneft, Igor Sechin.
Posteriormente, destacados representantes rusos como el canciller Serguéi Lavrov, el asesor de Economía de la Presidencia, Maxim Oreshkin, el representante de los empresarios rusos ante el Kremlin, Boris Titov, y el viceprimer ministro, Dmitry Chernyshenko, también han visitado la isla caribeña.
Durante la visita de Chernyshenko, se trazó una «hoja de ruta» para acelerar la cooperación entre ambos países. Cuba, que enfrenta una fuerte escasez de alimentos, medicinas y combustibles, ha buscado activamente atraer inversiones extranjeras para superar su crisis económica.
Como resultado, se firmaron una decena de acuerdos en los sectores de la construcción, digitalización, banca, producción de azúcar, transporte y turismo. Estos acuerdos marcan un nuevo paso en la relación entre ambos países y demuestran la voluntad de fortalecer su asociación estratégica, tal como fue anunciado por los presidentes Miguel Díaz-Canel y Vladimir Putin durante su encuentro en Moscú en noviembre del año pasado.
Cambios necesarios en la economía cubana
Dentro de este nuevo enfoque de cooperación, Dmitry Chernyshenko también hizo énfasis en la necesidad de que Cuba implemente cambios en su legislación para favorecer los negocios con Rusia.
En enero, después de la primera visita de Boris Titov a Cuba, se informó en los medios rusos sobre la creación en La Habana de un centro conjunto para el estudio de los cambios en la economía cubana, basados en el desarrollo de la empresa privada.
Desde 2021, el gobierno cubano ha dado luz verde al desarrollo de la empresa privada como parte de sus esfuerzos por revitalizar la economía.
Además, se anunció la reanudación de vuelos regulares desde Moscú hacia el balneario de Varadero a partir de julio. Estos vuelos habían sido suspendidos tras la invasión rusa a Ucrania en 2022. Se espera que esta
reanudación aumente el flujo de turistas rusos hacia Cuba, lo cual beneficiará a la industria turística cubana y generará ingresos vitales para la economía del país.
Un pasado de fuertes lazos y desafíos actuales
Durante la Guerra Fría, Cuba y la Unión Soviética fueron aliados políticos, económicos y militares. La isla dependía en gran medida del comercio con el bloque comunista, representando el 75% de su intercambio comercial y siendo una fuente principal de créditos. Sin embargo, con la desintegración de la Unión Soviética en 1991, los lazos entre ambos países se vieron bruscamente interrumpidos.
A partir de 2005, Rusia y Cuba iniciaron una etapa de relanzamiento en sus relaciones, aunque nunca alcanzaron el nivel de intercambio que tienen en la actualidad. La situación económica de Cuba ha sido un factor determinante en su búsqueda de nuevos socios comerciales, y Rusia se ha convertido en un actor relevante en este contexto. Si bien la ayuda económica que Rusia puede brindar a Cuba no se asemeja a la que ofrecía la antigua Unión Soviética durante décadas, sigue siendo un apoyo significativo para el país caribeño en medio de su crisis.
La importancia estratégica de América Latina para Rusia
La búsqueda de socios comerciales y aliados políticos en América Latina por parte de Rusia no es casualidad. La situación de aislamiento en foros internacionales y el aumento de las sanciones económicas impuestas por Occidente a raíz de la invasión de Ucrania han llevado a Rusia a explorar nuevas oportunidades en la región. América Latina se presenta como un escenario propicio para establecer alianzas que contrarresten la presión occidental.
En este sentido, Cuba se vuelve un socio estratégico para Rusia. Su ubicación geográfica, su historia de relaciones cercanas y la coincidencia de intereses políticos hacen de Cuba un país atractivo para Rusia en su búsqueda de fortalecer su influencia en América Latina.
Perspectivas y desafíos de la relación Cuba-Rusia
Aunque la alianza entre Cuba y Rusia puede resultar beneficiosa para ambas partes, existen desafíos que deben superarse. En primer lugar, es necesario que Cuba implemente los cambios requeridos en su legislación para facilitar los negocios con Rusia. Esto implicará adaptarse a las demandas y estándares internacionales en términos de inversión y comercio.
Asimismo, la dependencia de Cuba en sectores como el turismo y la exportación de productos básicos como el petróleo y la soja pone en evidencia la necesidad de diversificar su economía. La cooperación con Rusia puede brindar oportunidades en sectores como la construcción, la digitalización y la producción de azúcar, pero es fundamental que Cuba también fomente el desarrollo de su sector privado y promueva la innovación y la diversificación económica.
En conclusión, la cercanía entre Rusia y Cuba en medio de la crisis económica cubana representa una oportunidad para ambos países. Rusia busca nuevos socios comerciales y aliados políticos, mientras que Cuba necesita inversiones y apoyo para superar su situación económica actual.
Fuente: https://cubaminrex.cu/