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Hasta Italia llegaron los tambores, y junto a ellos, la más autóctona representación de la herencia africana en Cuba. El VII Foro Internacional Timbalaye se adueña, como en cada edición, no solo de la nación caribeña, sino de los escenarios del mundo. Tarquinia, Roma, Baia Domizia y Passo Oscuro son testigo por estos días de un intercambio cultural entre ambos países, donde la antropología, la literatura, la música y la danza son los principales protagonistas.
Siguiendo las rutas de las personas esclavizadas, el evento propone un espacio de dialogo y reflexión cuyo objetivo esencial sigue siendo el mismo de siempre, promover la diversidad de culturas y las tradiciones afro-cubanas con la rumba como elemento indispensable.
No por casualidad se eligió el 19 de mayo para que en la comunidad de Tarquinia, provincia de Viterbo, se inaugurara este fórum que se extiende hasta el día 25. Además de reivindicar los valorares históricos del patrimonio cultural de la Isla, la ocasión fue utilizada para homenajear la figura del Apóstol en el aniversario 129 de la caída en combate y recordar su vínculo con la lucha en contra de la esclavitud. El aniversario 30 del programa de la Unesco Rutas de las personas esclavizadas resulta el otro motivo de celebración del evento.
El Foro cuenta con la presencia, al igual que en las demás ediciones, del destacado poeta, escritor, ensayista y etnólogo Miguel Barnet, presidente de la Fundación Fernando Ortiz y uno de los intelectuales que más ha dedicado su vida al estudio de la cultura afrocubana. Esta vez, en calidad de invitado de honor, Barnet presenta su libro Biografía de un Cimarrón, que arriba a su edición número 86 tras ser recientemente publicado por la editorial Quodlibet como parte de la colección Historia Viva.
No solo festejar la herencia africana y teorizar sobre ella forma parte de la agenda de Timbalaye. Desde su creación en 1999, la promotora internacional de la cultura cubana se ha dedicado a fomentar, desde la sensibilidad del arte, caminos que contribuyen a la lucha contra el racismo y la discriminación, utilizando la base de la esclavitud y la historia del continente africano como mecanismo para concientizar.
Gracias a la colaboración de la asociación italiana Semillas de Paz, la Asociación Nacional de Amistad Italia-Cuba, y con el auspicio de la Embajada de Cuba en Italia, el país europeo disfruta durante toda una semana de una serie de actividades en varias provincias que incluyen conferencias, clases de danza y presentaciones literarias.
Sin embargo, no termina ahí Timbalaye 2024, pues luego de su clausura el 25 de mayo en la Playa de Passo Oscuro, regresa a Cuba para continuar con la Ruta de la Rumba, que llegará en el mes de agosto hasta La Demajagua, lugar donde comenzó la unidad de los cubanos independientemente de su raza aquel 10 de octubre de 1968.
(Con información de CubaInformación)
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